De estación en estación

Cada estación tiene sus preguntas y cada etapa sus vivencias. Es el momento de hablar de las vacaciones y del tiempo de asueto. Buscamos en Internet las mejores ofertas para hacer realidad ese viaje que llevamos tiempo dándole vueltas en la cabeza. Los estudiantes no pueden más y quieren que las clases se acaben para que se abra la puerta de esos días en los que las horas se viven lentamente. Tardes tumbados en la arena con los amigos o esos asaderos que se alargan porque no hay que acostarse pronto ni hay que madrugar. La piel se broncea y la ropa blanca luce mejor que en invierno. Pero también están los que siempre tienen que ir con la oficina encima, porque una empresa no se puede cerrar a cal y canto, y aprovechan cualquier escapada para airear un poco la mente. Junio huele a descanso, a final y a comienzo. Nos despedimos por unos días de los amigos que vemos a diario y entablamos amistad con aquellos que coincidimos en el borde de la piscina o en la entrada de un museo en una ciudad de la península. Aparcamos los problemas que nos están hartando y pisamos la orilla de la playa como el que entra en un templo en el que sabemos que nos van a purificar de arriba abajo. Luego, en septiembre, empezaremos a organizar las fiestas navideñas y centraremos la mirada en nuevos proyectos. Y así vamos consumiendo la vida rápidamente. De estación en estación. Escuchando la pregunta que corresponde a cada etapa. Y tú ¿Cuándo coges las vacaciones?

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