A flor de piel


Tenemos las emociones a flor de piel. Cualquier noticia que oyes hace que el corazón se te mueva. No importa que estés comiendo en la mesa de la cocina o leyendo en el sillón del salón, que, las lágrimas acabarán asomando lentamente.  
Ayer una cuba de agua pasó limpiando las calles. Salimos a la ventana cuando escuchamos el ruido. Ahora la vida solo es eso: lo que ocurre dentro y lo que puedes ver con tus ojos desde la ventana. La señora de enfrente apretaba la mano en el pecho, emocionada, como si estuviera enviándole a esos operarios que regaban las calles con lejía y protegidos hasta las cejas, un mensaje de agradecimiento. Luego nos miramos. Y ella me lanzó un beso volado. Ella cerró la ventana, y, me la imaginé llorando detrás de la cortina. Nunca habíamos pensado que terminaríamos emocionados al ver cómo limpian las calles.
Los vídeos no paran llegar al móvil. La mayoría los eliminas antes de abrirlos. Pero te interesan esos que recibes de las personas que sabes que te envían con ellos el deseo de que estés bien. He visto ese vídeo varias veces. Y siempre me pasa lo mismo: termino saltando de alegría en el pasillo de mi casa. En el vídeo aparece el personal sanitario de Lanzarote aplaudiendo al primer enfermo que ha superado este virus. Identifico a mi sobrina, que está haciendo horas extras y aguantado en soledad esta situación. Valiente, como siempre ha sido. Ayer fue su cumpleaños, y, sin tartas ni velas que soplar, nos emocionamos en la distancia cuando le enviamos nuestra felicitación en un vídeo que creamos para ella. Entre todos camuflamos la tristeza para convertirla en alegría.
Nos estamos escuchando unos a otros y encontramos en los demás ternura, amor y cuidados. Es lo que necesitamos y agradecemos en estos momentos. Vivimos con las emociones a flor de piel y se ha activado un sensor interno que hace que sintamos cerca las manos del que está lejos. Cuando llegue el momento de salir a la calle, viviremos una prolongación de estas sensaciones. Siempre llegará un recuerdo que traerá una imagen de estos días en los que hemos aprendido a sentir con sinceridad.  


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