La vida virtual
Solía sacarse selfies y vídeos
que no compartía en las redes sociales. Los guardaba con una clave secreta,
igual que hacía con las conversaciones de wasap. Su vida se fue apagando a la
misma velocidad que su vida virtual. Intentamos meter varias contraseñas para
abrir el móvil, pero terminó bloqueándose la misma noche en la que sus movimientos
enmudecieron. Nos han hablado de un informático que es capaz de recuperar la
información. No nos interesa. Cuando el corazón no late, resucitar la vida virtual,
es como tener recuerdos prestados que no nos pertenecen.
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