El regalo de Reyes

Una habitación puede ser pequeña y parecer grande. Una habitación puede ser grande y parecer pequeña. Cuando tienes once años, una habitación pequeña se puede convertir en un palacio. No todos los días del año sucede, pero cuando ocurre, ese día no se olvida. A ella le pasó. Fue un día de Reyes. Un regalo, inesperado, llenó a rebosar la cocina en la que se encontraba con sus padres y hermanos. Allí, acompañada por su imaginación, creyó que el libro que acaba de abrir, con láminas para colorear, y con un burrito peludo en la portada, había sido escrito para ella. Ese día Reyes se acabó, la cocina volvió al tamaño habitual, pero cada tarde, cuando su padre no la dejaba salir a jugar a la calle, fantaseaba con su amigo imaginario, al que quería abrazar porque no tenía huesos, era peludo, y parecía de algodón. El burrito cuidaba de ella.
Es evidente que ese libro jugó un papel importante en lo que vino después. Es evidente que para muchos niños, el día de Reyes, juega un papel importante en el tamaño en el que empiezan a ver las cosas a medida que van creciendo.

Comentarios