Yo puedo, ¿Y tú?

Hoy 21 de marzo se celebra el día mundial del Síndrome de Down. Me he encontrado en Internet un reportaje sobre un chico con Síndrome de Down. Todo un ejemplo de superación y de saltar los obstáculos con los que se van encontrado.
No vale tenerles pena ni compasión. Como dice esa frase, que ya hemos cogido como nuestra en los actos que realizamos en la asociación: “ Un 1% de ayuda, vale más que un 100% de compasión”. La lástima no nos lleva ayudarlos, ni darle el empuje que necesitan para alcanzar lo que quieren. Todo lo contrario. Son mucho más creativos y tienen más estrategias que cualquier ser humano, porque su condición les exige buscar y tener recursos que les permitan comunicarse con el mundo exterior.
El tener un Síndrome de Down cerca, me ha hecho exigente con las ideas que se pueden tener sobre ellos. No soporto que les digan “pobrecito”, ni que traten a los que ya son adultos como si fueran niños pequeños. Y la primera reacción con este tema la tuve cuando mi sobrino tenía algunos meses y paseaba con él por la avenida. Se me acercó una señora, que al verme con el niño, me saludó. No sabía que tenía discapacidad y su primera frase fue: “El pobre”. No el dije ni adiós. Sólo el contesté: “El niño no es pobre”. Y me fui. Ahora que ha pasado el tiempo, mis hermanas aún recuerdan la reacción que tuve. Aquí está el reportaje. Corto, pero suficiente para que nos surjan algunos pensamientos.
Yo puedo, ¿ Y tú?

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