La llamada

El sonido del teléfono se expande en la habitación. Él lo coge y empieza a hablar con la persona que está al otro lado. La llama mamá de manera cariñosa y tierna. Y ella, con voz temblorosa, le responde. La conversación es muy breve: cómo estás y tres o cuatro frases en las que se desean lo mejor. Se despiden con un beso sonoro que atraviesa el auricular del teléfono y que ambos reciben. Él coloca el móvil encima de la mesilla que tiene al lado de la cama y se tapa con la manta azul que le cubre de la cintura hacia abajo. En ese momento entra la enfermera y le deja las medicinas pautadas para la cena. Él tiene 71 años y lleva tres meses en el hospital. Su madre, con 92 años, lo llama todos los días para saber de él. Dos segundos para acortar la distancia que los separa. Cuando oyen sus voces, sienten que se curan.


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