El camino

Se abre el camino en dos. Dos direcciones, pero una sola elección. Una será la buena, la correcta. La otra será la mala, la que no deberías tomar. Te quedas en el centro de las dos, buscando la señal que te arrastre a la decisión que sea más beneficiosa. ¿ Dónde estás? ¿ Cuál será? ¿ Me voy a equivocar?...
...En más de una ocasión nos hemos encontrado delante de una bifurcación amorosa, laboral, de salud, o incluso, una tan sencilla que podría desaparecer como lo hace una pompa de jabón. Pero nos hacemos más grandes resolviendo estas ecuaciones. Hay quién lleva demasiadas en su vida, contado abiertamente lo positivo que fue su solución. Otros no pueden presumir de seguir la mejor alternativa porque han tenido que coger atajos, dar marcha atrás en su recorrido o quedarse quietos sin querer avanzar más.
Es complicado cuando te encuentras delante de un camino con dos alternativas. Lo mejor es avanzar con ilusión y viendo el final que deseas encontrar. Ese es tu camino. El que eliges. El que tomas porque no quieres congelarte sin actuar en el papel que te ha tocado . Será la A o será la B, porque una u otra están en el abecedario y con ellas podrás ganar la BAtalla o encontrarte BAches que dificulten continuar .
El camino elegido te dará la lección.

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