Cumplir sueños.
Hay sueños que nunca podrán verse truncados. Y quién ha visto cumplirse un sueño, sabe lo gratificante que es saborear el resultado obtenido y tocar la cima de ese reto que te dejó sin dormir más de una noche. Pero más gratificante sea hace, cuando tienes el privilegio de acompañar a otros en alcanzar sus sueños. Puedo decir, que me considero afortunada de saber lo que se siente cuando ves el brillo en los ojos de un grupo personas que te pagan con cualquier manifestación de sus sentidos, mientras tú solo le entregas un poco de tu tiempo para poder estar con ellos.
Y cuando hablo, hago referencia a los chicos y chicas de Asdownsur. Llevan desde septiembre ensayando. Todos los viernes, sin faltar ni un día a la cita. Llegan con el paso lento, con la mirada de alegría y sin reflejar el cansancio que acumulan por ir de actividad en actividad a lo largo de la semana. Le abanderan la ilusión, la constancia, y la capacidad de intentar lo que se proponen, porque de esto, ellos saben mucho. No son profesionales, ni expertos en danza. Pero lo que sí saben, es expresarse con el cuerpo, y tener miles de excusas para divertirse. Saben buscar cualquier situación para provocarte una sonrisa, incluso cuando tú crees que no hay motivo para sentirse bien.
Ya se acerca la fecha y están nerviosos. Aparecerán delante de su público el próximo 3 de diciembre, en la gala que por el día de la discapacidad tienen preparados. No habrá ningún chico y chica de Asdownsur que se quede sin pasar el suelo limpio del escenario, como limpias son sus intenciones de guiarnos a través de sus ilusiones. Y quieren que estemos con ellos ese día. No piden demasiado. Sólo desean recibir el aplauso de su público, desean que los acompañe la gente que los quieren y que sean las sensaciones las que se apoderen del aire que esa noche habrá en el Teatro Víctor Jara. Han puesto empeño para que sea así y seguro que nos llevaremos un buen sabor de boca a nuestras casa. No les falles, ellos estarán encantados de saber que el teatro cuelga el cartel de que no hay entradas.
Y cuando hablo, hago referencia a los chicos y chicas de Asdownsur. Llevan desde septiembre ensayando. Todos los viernes, sin faltar ni un día a la cita. Llegan con el paso lento, con la mirada de alegría y sin reflejar el cansancio que acumulan por ir de actividad en actividad a lo largo de la semana. Le abanderan la ilusión, la constancia, y la capacidad de intentar lo que se proponen, porque de esto, ellos saben mucho. No son profesionales, ni expertos en danza. Pero lo que sí saben, es expresarse con el cuerpo, y tener miles de excusas para divertirse. Saben buscar cualquier situación para provocarte una sonrisa, incluso cuando tú crees que no hay motivo para sentirse bien.
Ya se acerca la fecha y están nerviosos. Aparecerán delante de su público el próximo 3 de diciembre, en la gala que por el día de la discapacidad tienen preparados. No habrá ningún chico y chica de Asdownsur que se quede sin pasar el suelo limpio del escenario, como limpias son sus intenciones de guiarnos a través de sus ilusiones. Y quieren que estemos con ellos ese día. No piden demasiado. Sólo desean recibir el aplauso de su público, desean que los acompañe la gente que los quieren y que sean las sensaciones las que se apoderen del aire que esa noche habrá en el Teatro Víctor Jara. Han puesto empeño para que sea así y seguro que nos llevaremos un buen sabor de boca a nuestras casa. No les falles, ellos estarán encantados de saber que el teatro cuelga el cartel de que no hay entradas.
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