El viaje.
Apuro los últimos minutos antes de irme a dormir.Esta noche me acostaré antes de lo habitual. Mañana madrugo y no quiero que las sábanas se me peguen. En la otra habitación está la maleta preparada. Llena de ropa y algunas cosas del aseo personal. Tiene todo lo necesario para hacer un viaje y pasar unos días de descanso. Es raro que me apuntara a un " viaje-peregrinación". Pero empujada por mi hermana y animada por las ganas de escaparme unos días de la oficina, me apunté. Ahora no hay marcha atrás.
El viaje empezará mañana y me iré llenando poco a poco de los lugares que visite. Aprovecharé lo que pueda, cogeré lo que me gusta y lo que no me apetezca, no lo haré. No sé la edad de los que nos acompaña, pero independientemente de este dato, sé que algo se puede sacar del grupo de persona con la que vas a compartir unos días.
La maleta está cerrada con el deseo de desconectar de la música diaria, y lo más importante de todo, la fuerza de vivir la experiencia de hacer un viaje con mi hermana después de tanto años sin hacerlo juntas. Eso será lo más bonito y lo que hará olvidar tanto rezo al que tendremos que asisitir.
La cámara no la olvido y tengo garantizado sacar fotitos extrañas. De las que me gustan a mí. Ya se me cierran los ojos.
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