Subió rápidamente las escaleras de su casa. Lanzó el bolso sobre el
sillón del salón y entró a su habitación con un vestido de desesperación sobre
su cuerpo. Apoyado sobre la cama, estaba aún esperándola. Se sentó a su lado y
lo cogió nerviosa entre sus brazos. Sabía que hoy terminaría de descubrir el
final de la apasionante historia que la mantenía intrigada en los últimos días.
Apoyó sus manos sobre él, y se sumergió en la deseada lectura.
(Labailarinadescalza)
(Labailarinadescalza)
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