Las llaves.

¿ Dónde están mis llaves? Así me ví el pasado jueves. Gritando por las calles, dónde estaban mis llaves. No aparecían y lo peor de todo, sabía que alguien se las había llevado. Todo por un pequeño despite en la oficina de correos que hizo que me las dejara olvidadas sobre el mostrador. Unos segundos, los suficientes, para darme cuenta que no las tenía en la mano, y los necesarios, para que el amigo del ajeno saliera con ellas. Cuando regresé a buscarlas en el lugar que sabía que se habían quedado, ya no estaban. Ahí fue cuando sentí que el suelo se derretía sobre mis pies. Me molestaba la gente que pasaba por la calle sin enterarse de mi preocupación. Desesperante. Sin saber qué hacer ni a quién mirar.
Hice lo que creí, no sé si lo correcto para estos caso, pero lo que me arrastró mi nerviosismo. Se lo comuniqué a la Policía Local. Una acertada idea para mí, pero no para el funcionario que me atendió que sólo reflejaba su indeferencia a lo que le iba contando. No le dío demasiada importancia. Total, son una llaves, no hay nada que hacer.
Pero sí que había que hacer, porque siempre hay alguien bueno y alguien malo. Una noche y un día. Una alegría y una tristeza.Así como alguien se llevó mis llaves, alguién también las encontró tiradas en el parque y arrastrado por el llavero de Santiago de Compostela que tenía colgado, siguió el camino de la jefatura de Polícia. Y mis llaves aparecieron. Aparecieron sin los llaveros. Pero comparado con lo que suponía para mí cambiar todos los cierres de las puertas, el llavero del camino de Santiago, no tenía importancia. Ya conseguiré otro. Esto será un motivo más para tener que hacer el Camino de Santiago. Estamos en agosto y aún quedan unos meses para que acaben este año. A ver...

Comentarios

Felipe Sicola ha dicho que…
¿Qué tal bailarina?.Soy un tipo que, leyendo tu entrada llego a la total identificacion contigo.Yo tambien he perdido muchas cosas en mi vida que al cabo de un cierto tiempo ,he podido recupera,aunque no todas.Otras ya las he dado por perdidas, y con otras aun mantengo la ilusión de que podré algun día, o mes, o año de estos reencontrarme con ellas, o al menos que algun alma caritativa,como te ocurrió a ti, me ponga sobre su pista y llegue directo hacia esas cosas perdidas.Te hablo no sólo de objetos, sino tambien de ilusiones perdidas,ganas perdidas,también emociones que por culpa de la ventisca incontrolable de un temporal de desgracias me fueron arrancadas de mis manos;también me refiero a deseos que han muerto dentro de la envoltura efímera y débil de la esperanza en que muchas veces los deposité ,pero claro, si no se "consumen" esos artículos o productos empaquetados,esto es,abriéndolos y dándoles vida ,al final se volatilizan o simplemente terminan deshaciéndose cuando se les echa encima la fecha de caducidad.En ocasiones -y esto me ocurre desde hace mucho tiempo- también pierdo los recuerdos, o simples comentarios que alguien me hace,pero supongo que esto es relativamente normal.Le pasa a todo el mundo.Un@ no puede asimilar todo lo que escucha o se le dice a lo largo de los días y durante toda su vida, aunque le parezca interesante lo que escucha.La memoria, aunque no queramos,actúa de forma selectiva.Sin embargo, creo también que a uno le pasa factura posiblemente el hecho de no haber ejercitado más la mente, de haber dejado incompletos los estudios en su momento -como es mi caso- o que simplemente la vida emocional que un@ ha vivido -tan intensamente negativa en casi su totalidad,como nuevamente es mi caso- termina haciendo que su salud poco a poco se resienta (ya sabes "men sana in corpore sano")Tengo 36 años, pero misteriosamente en este sentido, me acuerdo más de las cosas a largo plazo, tanto de palabras como imágenes, que las de a corto plazo.¿Me estaré haciendo viejo mentalmente de forma prematura?.Espero que no.Y yo espero que no te pase a ti lo mismo.A veces el estres nos pasa malas jugadas, afectando a nuestros sentidos y a nuestra capacidad de atencion.Por eso te digo, bailarina, que la próxima vez ,estes en la situacion en la que estes,pon a buen recaudo todos aquellos objetos que necesariamente lleves contigo encima,aunque se trate de objetos minúsculos.Un dia puedes perder las llaves,pero otras, si no pones remedio, podría ser algo más vital e irreemplazable,o incluso, por perder, podrías perder la cabeza,aunque esto ni tiene que significar principalmente algo negativo.Se puede perder la cabeza por algo positivo ,amable ,maravilloso,gratificante.Perder la cabeza por algo extraordinario.....o por alguien extraordinario.A mi me ha pasado esto último hace unos cuantos meses.¿Y a ti?.
Me voy a despedir ya,bailarina .Que sepas que te leo y te sigo con cierta frecuencia.Me gusta como escribes y me gusta la sensibilidad con la que impregnas todo lo que relatas y compartes.Sigue así.Pero no con faltas de ortografía.En tu entrada escribiste "indeferencia" y es INDIFERENCIA.¡Un poquito de atención,mujer!.
Chao!